Reflexion

La sociedad del conocimiento demanda nuevas formas de enseñanza, siendo la Educación a Distancia la que mejor se adapta a las necesidades actuales en un tiempo en que el estilo de vida y las situaciones laborales así lo demandan. En tal sentido la Educación a Distancia encierra unas características favorables cuyo énfasis se fundamenta en la interrelación no presencial entre el maestro y el alumno, la separación física de ambos en tiempo y espacio, la comunicación a través de una interacción no física, que se da por medio de herramientas de las tecnologías de información y de las comunicaciones.
 Lo anterior permite que un alumno, desde cualquier punto geográfico, con la guía de un maestro tutor, pueda realizar sus actividades de aprendizaje con ritmo propio y autonomía para reportar las evidencias de aprendizaje a ese tutor, a través de variadas formas de construcción del conocimiento y utilizando los diversos medios tecnológicos de que dispone.
Son muchas las formas de ver esta realidad de la Educación a Distancia. En tal virtud en el presente trabajo se ofrece algunas reflexiones del panorama característico de la misma  y su relación con la enseñanza y el aprendizaje desde la perspectiva de los actores, haciendo énfasis en  los ambientes de aprendizaje y la participación de  estudiantes y tutores, quienes realizan directamente la interacción ya que cada uno de ellos tiene sus formas de ver, valorar  y apreciar esta innovación educativa.

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